9/6/11

¿Qué podemos hacer contra la corrupción en la Universidad?

Como digo en otro lugar, creo que tan responsables son quienes cometen las injusticias o la corrupción como quienes las justifican y/o las amparan. Nuestro silencio sirve de amparo, en cierto modo. Si no amparásemos esas injusticias y denunciáramos la corrupción, seguramente existirían menos casos e incluso podríamos conseguir llegar a erradicarla.
Se trata también de luchar contra la impunidad que suele aplicarse en estos casos que simplemente se dejan pasar.
Información sobre mis denuncias las puedes ver en esta entrevista y en otras páginas de este blog:
Si estás en contra de dicha corrupción, te propongo que colabores, de una forma sencilla y sin ningún tipo de implicación que suponga tomar partido, para tratar de establecer referentes positivos contra esa corrupción. Esta propuesta se está mostrando muy efectiva, pues aunque en dos de los tres casos están contestando intentando echar balones fuera, se les fuerza a que se preocupen por el tema e insten a hacer algo. En la Fiscalía, al tener competencias sobre el tema, la contestación es más aséptica dando acuse de recibo.
Para ello te propongo que mandes mensajes y/o escritos a las autoridades que te indico, con las propuestas que también te hago para que cortes, pegues y/o modifiques, según creas oportuno. Si en cco, me envías copia (jlirola@ibntufayl.org), te quedaría doblemente agradecido.
Estas son las autoridades y mensajes que propongo:
1) Al Ministro de Educación, D. Ángel Gabilondo Pujol, en calidad de Presidente del Consejo de Universidades (gabinete.ministro@educacion.es;secretaria.ministro@educacion.es. Asunto: A/A D. Ángel Gabilondo Pujol) y/o, por escrito, a través de los registros oficiales, como las delegaciones de gobierno.
Yo, ***Nombre y apellidos***, con DNI nº *** y con domicilio en ***, manifiesto que: He tenido conocimiento de la denuncia efectuada por D. Jorge Lirola Delgado ante el Fiscal Jefe de Almería, D. Antonio Pérez Gallego, en la que sostiene unas graves acusaciones contra el Rector de la Universidad de Almería, D. Pedro Molina García, y otras personas. Dado que considero que es importante aclarar todos y cada uno de los hechos, le ruego encarecidamente, en su calidad de Presidente del Consejo de Universidades, al que pertenece el referido rector, inste Usted al mencionado fiscal para que se llegue al fondo de la denuncia, investigando todos los extremos denunciados y exigiendo las correspondientes responsabilidades a la vista de los resultados de las investigaciones, de forma que este tema no quede impune, por el buen nombre de las instituciones afectadas. Si fuese falsa la denuncia, se le pidan responsabilidades al denunciante, como él mismo pide, y, si fueran ciertos los hechos, a quienes hayan cometido las irregularidades.
Al ser un tema, una supuesta corrupción universitaria, que me interesa especialmente, desearía ser informado del resultado de las investigaciones, directamente, si es posible, y, si no, a través de los medios de comunicación.
Atentamente, le saluda.
2) Al Presidente del Consejo Social de la Universidad de Almería y Presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Públicas, D. Joaquín Moya-Angeler Cabrera (consejo@ual.es. Asunto: A/A D. D. Joaquín Moya-Angeler Cabrera). C/ Gerona, 35, planta 2ª, despacho 2.010. Almería. 04002.
Yo, ***Nombre y apellidos***, con DNI nº *** y con domicilio en ***, manifiesto que: He tenido conocimiento de la denuncia efectuada por D. Jorge Lirola Delgado ante el Fiscal Jefe de Almería, D. Antonio Pérez Gallego, en la que sostiene unas graves acusaciones contra el Rector de la Universidad de Almería, D. Pedro Molina García, y otras personas. Dado que considero que es importante aclarar todos y cada uno de los hechos, le ruego encarecidamente, en su calidad de Presidente del Consejo Social de la Universidad de Almería, la más afectada, y también como Presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Públicas, inste Usted al mencionado fiscal para que se llegue al fondo de la denuncia, investigando todos los extremos denunciados y exigiendo las correspondientes responsabilidades a la vista de los resultados de las investigaciones, de forma que este tema no quede impune, por el buen nombre de las instituciones afectadas. Si fuese falsa la denuncia, se le pidan responsabilidades al denunciante, como él mismo pide, y, si fueran ciertos los hechos, a quienes hayan cometido las irregularidades.
Al ser un tema, una supuesta corrupción universitaria, que me interesa especialmente, desearía ser informado del resultado de las investigaciones, directamente, si es posible, y, si no, a través de los medios de comunicación.
Atentamente, le saluda.
3) Al Fiscal Jefe de Almería (D. Antonio Pérez Gallegos). A ser posible en el registro de la Fiscalía (C/ Reina Regente, 4. Almería 04071). Si no, a través del formulario por internet. O ambas cosas: http://www.fiscal.es/cs/Satellite?cid=1240559967889&language=es&pagename=PFiscal%2FPage%2FFGE_contacta
Yo, ***Nombre y apellidos***, con DNI nº *** y con domicilio en ***, manifiesto que: He tenido conocimiento de la denuncia efectuada por D. Jorge Lirola Delgado ante el Fiscal Jefe de Almería, D. Antonio Pérez Gallego, en la que sostiene unas graves acusaciones contra el Rector de la Universidad de Almería, D. Pedro Molina García, y otras personas. Dado que considero que es importante aclarar todos y cada uno de los hechos, le ruego encarecidamente que se llegue al fondo de la denuncia, investigando todos los extremos denunciados y exigiendo las correspondientes responsabilidades a la vista de los resultados de las investigaciones, de forma que este tema no quede impune. Si fuese falsa la denuncia, se le pidan responsabilidades al denunciante, como él mismo pide, y, si fueran ciertos los hechos, a quienes hayan cometido las irregularidades.
Al ser un tema, una supuesta corrupción universitaria, que me interesa especialmente, desearía ser informado del resultado de las investigaciones, directamente, si es posible, y, si no, a través de los medios de comunicación.
Atentamente, le saluda.

7/6/11

¡Qué vergüenza, el expediente disciplinario que me han abierto!

Hoy me había convocado el inspector de servicios, Antonio Sánchez Cañadas, y el que hace de secretario de la farsa del expediente sancionador que me han abierto, Raúl Pérez Guerra, Director del Secretariado de Deportes. ¡Qué vergüenza! He sentido vergüenza ajena. Aunque los he recusado, no he tenido problema en que me interroguen.
Hoy reproduzco mi contestación, escrita, pasada por registro, a las calumnias de Antonio Sánchez Cañadas, al que también le envío copia del mensaje, con el ruego de que deje de acosarme ya, aunque el mismísimo Rector, Pedro Molina, se lo pida.
AL INSPECTOR DE SERVICIOS DE LA UNIVERSIDAD DE ALMERÍA
Sr. D. Antonio Sánchez Cañadas
(para unirlo al expediente disciplinario que me han abierto)
Me acusa usted, en su farragoso informe, y el Rector, D. Pedro Molina García, en su resolución a partir de dicho informe, de una serie de faltas graves y muy graves. Para ello, el propio D. Pedro Molina le pidió a usted, que ha sido nombrado por él, que abriera información reservada sobre las denuncias que estoy haciendo sobre lo que yo entiendo que es una ilegalidad manifiesta y realizada a sabiendas (es decir, prevaricación) y un fraude, lo que es una grave acusación, calificación en la que coincido con usted, aunque yo estimo que probada, tanto por la documentación que se puede consultar como por los testigos a los que habría de interrogar. Parece que no quieren ustedes hacerlo. Considero que tengo derecho a hacer dicha denuncia en relación con la actuación de un cargo público y a difundirla, como garantía de transparencia y equidad, para que no la oculten, como ha hecho usted y el propio rector con otras denuncias.
Me parece un abuso de poder, por parte de D. Pedro Molina, el ordenarle abrirme un expediente por las denuncias que formulo contra él a usted, el inspector de servicios que él mismo ha nombrado. Estimo que lo que debería de hacer, si entiende que son falsas mis acusaciones, es pedirle al Fiscal o a un Juez independiente que investigue todo y, si se demostrara que es una falsa acusación, que se me pidan las correspondientes responsabilidades por ello, pero lo que no debe hacer es dar por supuesto, como hace usted mismo, erigiéndose en juez, que no está probado y decreta, con gran temeridad, según entiendo, pues por lo pronto no ha interrogado usted a los testigos, que “no existe ningún indicio de que se haya conculcado la legalidad vigente”. Y, además, no le salen las cuentas, pues usted mismo dice que le ley orgánica 4/2007 daba un plazo máximo de tres años para adaptar los estatutos y mientras tanto se puede aplicar el reglamento aprobado. ¿En qué año estamos y cuántos han transcurrido? Lo curioso del caso es que se ha procedido a modificar los Estatutos, pero en la reforma no se incluye el tema de las Comisiones de evaluación y ello sencillamente porque no había que adaptar los Estatutos en el caso de nuestra universidad, pues no había contradicción con la ley orgánica, de rango superior. Lo que sí hay es contradicción con el reglamento que pretende aplicar D. Pedro Molina, de rango inferior, habiéndose de aplicar, por tanto, los Estatutos de la Universidad de Almería.
Su consideración de que formulo “denuncias indiscriminadas (prevaricación) a cualquier persona que él (por yo) entienda que pueda suponer un obstáculo a sus aspiraciones” y el que me acuse de acosar laboralmente a una profesora por el simple hecho de que haya alegado agravio comparativo en relación con su currículo (lo que me consta que han hecho otros compañeros de otras universidades, por estimar, como yo, que su currículo tiene menos méritos que los nuestros), además de que diga usted que “quien no esté de acuerdo con la interpretación del Profesor Lirola está incurriendo en prevaricación”, las estimo injurias o calumnias de su parte hacia mí, lo que supone la comisión de un posible delito contra mi honor, impropio de un inspector de servicios en el desempeño de su cargo. E igual le digo con otras afirmaciones y acusaciones suyas contenidas en su informe, como “cualquier consideración ética brilla por su ausencia”, refiriéndose a mí, o el que me atribuya el “empañar el buen nombre de la Universidad” o cometer un “atentado grave contra la dignidad y el prestigio de nuestra Universidad”, que es lo que estaría haciendo D. Pedro Molina si un juez confirma mi denuncia. También considero una calumnia el que me atribuya un intento de intimidación o el haber publicado o utilizado de forma indebida documentación o información a la que, según usted, he tenido acceso por mi condición de funcionario, refiriéndose a unos datos, a todas luces, de carácter profesional que están publicados en la web.
Por otra parte, trata usted de denigrarme cuando dice que es “su (por mi) costumbre iniciar una campaña de difusión con una idea central (el rector ha prevaricado)...” y que “sólo importa lo que él (por yo) dice” y califica mis mensajes de “claramente ofensivos y sesgados”.
A partir del Estatuto Básico del Empleado Público (artículo 95.2), las faltas muy graves a las que se refiere son:
e) La publicación o utilización indebida de la documentación o información a que tenga o haya tenido acceso por razón de mi cargo o función.
Es totalmente falsa la acusación, pues se trata, como le explique a la Secretaria General, de datos profesionales todos ellos, publicados, como he dicho, en la web de cada universidad (ninguno hay de carácter personal y ninguno he obtenido por mi condición de funcionario), sin que, además, me conste que me haya denunciado ninguna de esas personas que haya considerado que le he causado por ello un perjuicio o daño. Solicité que se me dijera quién me acusa de ello, pues se me indicó que eran varias personas, pero no se me ha respondido. Y estimo que tengo derecho a saber quién me acusa, para poder defenderme con plenas garantías legales y solicitar la correspondiente responsabilidad si estimo que se me acusa falsamente, como así creo.
o) Acoso laboral
Inicialmente no estaba este tema en la información reservada que inició usted y me parece del todo infundado y una calumnia que mantenga usted que he acosado a la profesora Arvide. Le solicito que me diga si ella me ha acusado formalmente, pues se trata, para mí, de una falsa acusación y de una calumnia, que quiero denunciar como tal.
Y a partir del Régimen Disciplinario de los Funcionarios de la Administración del Estado (art. 7), me atribuye las siguentes faltas graves:
c) Conductas constitutivas de delito doloso relacionadas con el servicio o que causen daño a la Administración o a los administrados, en concreto por haber difundido mi denuncia por prevaricación contra el Rector de la Universidad, D. Pedro Molina García.
La denuncia por prevaricación y otros delitos como tal no puede hacer daño a la Administración y estoy en mi derecho de formularla. Lo que correspondería sería resolverla y, si se demuestra que es una falsa denuncia, entonces, y solo entonces, se me habría de exigir la correspondiente responsabilidad por formular una falsa denuncia, pero lo que no puede usted es decidir, como si fuera un juez, que es falsa y quiera aplicarme un castigo, por mandato del denunciado, que será finalmente además quien aplique la sanción, por el mero hecho de formular y difundir mi denuncia, actuando yo con plena asunción de mi responsabilidad en todo momento si se demostrara que es falsa.
Los daños me lo están causando ustedes a mí como administrado, a través de sus calumnias, a las que ya me he referido, y a través de la difamación que ha dirigido contra mi honor D. Pedro Molina al difundir que no tengo méritos suficentes para que me acrediten para la cátedra, sin conocer él mis méritos ni el baremo que ha de utilizarse. Y los daños a la Administración y a la imagen de la Universidad de Almería se los causará D. Pedro Molina si se confirma que ha cometido los graves delitos que he denunciado, pues quien causa los daños es quien actúa ilegalmente y no quien denuncia tal actuación, como le dije a usted el 14/4/2011.
e) Grave desconsideración con los superiores, compañeros o subordinados.
Como le acabo de decir la desconsideración no es mía con un superior, el Rector, D. Pedro Molina, por el mero hecho de denunciarlo por prevaricación y corrupto, o hacia usted, cuando afirmo que no ha cumplido con su trabajo de inspector de servicios, al archivar denuncias sin comprobarlas, a lo cual, por cierto, no alude usted. La desconsideración, como le reitero, es de un superior hacia mí, un subordinado, por las razones a las que ya me he referido.
n) Grave perturbación del servicio.
Se refiere a que he intimidado a los miembros del Tribunal “con el objetivo de obstaculizar la constitución del Tribunal por renuncia de sus miembros”. Eso es otra calumnia suya, pues usted sabe bien que me he limitado a informarles de que considero que el Rector, D. Pedro Molina, ha prevaricado y les pido que se asesoren sobre el tema por si pudiera ser que asumieran alguna responsabilidad con el nombramiento y la participación en lo que considero un fraude, dado que les informo de que tengo intención de exigir las responsabilidades oportunas. Es curioso que sea usted, y no alguno de los miembros del tribunal, el que me acusa directamente, interpretando que el temor que puedan sufrir esas personas sean debidos a que les haya informado de una presunta ilegalidad, en lugar de que se hayan informado ellos y no quieran asumir responsabilidades en los presuntos delitos que se puedan haber cometido y cometer.
ñ) Atentado grave a la dignidad de los funcionarios o de la Administración.
Le vuelvo a reiterar que el atentado es hacia mi persona, en lugar de hacia el Rector, D. Pedro Molina, como ustedes, el Rector y su inspector de servicios, nombrado por él, reitero, pretenden. Por último, insiste usted en que, al hacer públicos datos personales que conozco por razón de mi función, puedo estar cometiendo una infracción contra el artículo 10 de la Ley Orgánica de Protección de datos. Como ya le he dicho, lo considero una calumnia, pues es totalmente falso que haya difundido datos personales y más que los conociera por ser funcionario. Todos esos datos de la denuncia son profesionales. Le pregunté a la Secretaria General, Dña. María Luisa Trinidad, qué personas me habían denunciado por difundir sus datos y no me ha contestado, quizá por faltar a la verdad, como está haciendo usted.
Por todo lo dicho, le solicito que deje usted de calumniarme, al imputarme falsamente la comisión de hechos que no he cometido, al tiempo que también le pido que deje de acosarme laboralmente, por los motivos que substancio en otro escrito.
En Almería, a 7 de junio de 2011

Acoso al que me somete el Inspector de Servicios

AL INSPECTOR DE SERVICIOS D. Antonio Sánchez Cañadas
Respondo a sus dos escritos con nº de registro 63 y 64, de fecha 26 de mayo y 2 junio, que me ha remitido por carta con acuse de recibo a través de diversos funcionarios, así como por correos electrónicos los días 31 de mayo, 1 de junio y 2 de junio, tanto a mi dirección de correo electrónico profesional como personal, y que todos ellos he recibido el día 2 de junio, por encontrarme desde el martes en una jornadas sobre el Jerez andalusí en Jerez (Cádiz). En esos escritos y mensajes me insta a “que en el plazo de 10 días justifique antes esta inspección de Servicios su ausencia de su despacho en su horas de tutoría durante la mañana del jueves 26 de mayo” y “2 de junio”.
Con respecto a ello, he de decirle:
Primero.- Efectivamente, aunque no tenga clases este cuatrimestre por tenerlas acumuladas en el primero, me corresponden tutorías tanto el jueves por la mañana como por la tarde, cumpliendo los Estatutos que indican que se pongan tanto en turno de mañana como de tarde para facilitarles a los alumnos que tengan clase la posibilidad de asistir en franja distinta a aquella en la que tengan las clases, lo cual, por lo que he podido comprobar, no cumple todo el profesorado, sin que me conste actuación alguna por su parte para el cumplimiento de esa normativa.
Segundo.- El jueves 26 de mayo por la mañana estuve en tutorías. Es posible que cuando usted, o la persona a la que mandó, fue a mi despacho no estuviese en ese momento, quizá por encontrarme en el despacho del Profesor Javier Aguirre, a quien instalé esa mañana el módulo de escritura en árabe en el ordenador. Así se lo puede confirmar él mismo. Cuando me ausento por un momento suelo colocar una nota en la puerta o en el tabloncillo. Es posible que no la viera o que, por motivo que se me escapa, desapareciera. Con respecto al 2 de junio, me encontraba, desde el martes 31 de mayo en unas jornadas en Jerez, en las que participaba. Se trata de las XVII Jornadas de Historia de Jerez, dedicadas al Jerez andalusí, que se celebraban desde el 31 de mayo al 3 de junio. Yo intervine con una ponencia bajo el título de “Los procesos de arabización e islamización: el caso de Jerez”. Si lo desea puedo pedir un certificado que lo acredite. Me vine el mismo jueves, con intención de llegar lo antes posible a las tutorías, si bien no me fue posible hasta entrada la mañana, como sabe usted bien pues me acerqué a su despacho tras recibir todas las citaciones, en una de las cuales me citaba “el día 3 de junio de 2011, jueves (sic), a las 13 horas”. Lo de sic es porque el 3 era viernes, pero intuí que sería jueves, pues ese día tiene usted también tutorías y he podido comprobar que me cita siempre, para tareas de su función como inspector de servicios, cuando le corresponde a usted estar en tutorías, lo cual no me parece muy apropiado y aprovecho este escrito para llamarle la atención al respecto. Además, por cierto, cuando fui a eso de las dos menos algo tampoco estaba usted en su despacho, aunque le correspondía estar en tutorías.
Tercero.- No me consta que haya ninguna queja de alumno alguno por no haberlo atendido en tutorías. Suelo atenderlo también fuera de las tutorías, para lo cual indico que, a través del correo electrónico, pueden tener esas tutorias o quedar para otro momento para atenderles. Sí me consta que varios alumnos le han denunciado a usted problemas con otros profesores con respecto a las tutorías, falta de asistencia a clases y problemas con los exámenes y las calificaciones, sin que usted haya hecho nada por investigar esos temas y adoptar las medidas oportunas.
Cuarto.- Le pregunté el jueves pasado si estaba usted revisando todas las tutorías de todos los profesores o si eran sólo las mías y, como me temía, era solo en mi caso, lo cual me parece un trato discriminatorio, además de un posible acoso laboral, al que se suma sus citaciones y correos reiterativos, tanto a mi correo profesional como al personal, sin que sepa la razón de ello y que también puede responder al acoso que entiendo que me está sometiendo usted, no sé si por orden de la misma persona que le ha pedido instruir el expediente disciplinario por otros motivos distintos.
Si desea cualquier otra aclaración, solo tiene que pedírmelo, pero por favor, sin la reiteración con la que lo ha hecho en esta ocasión.
Atentamente,

5/6/11

Diccionario Biográfico Español

Seguramente conoceréis la polémica que se ha generado con la publicación del "Diccionario Biográfico Español", que lleva bastantes días coleando y ha tenido bastante repercusión en la prensa. Es muy elocuente la entrevista al Director de la RAH (Real Academia de la Historia), Gonzalo Anes (http://www.elpais.com/articulo/cultura/he/leido/biografia/Franco/elpepicul/20110604elpepicul_1/Tes), así como el análisis que se hace en El País de quién es quién en la RAH (http://www.elpais.com/articulo/cultura/Quien/quien/Academia/elpepicul/20110605elpepicul_2/Tes). No tienen tampoco desperdicio los artículos que ha ido editando el diario Público, que ha hecho un buen seguimiento del tema.
Nos ha costado a todos los españoles nada menos que seis millones cuatrocientos mil euros (6.400.000), pues la obra se ha financiado con fondos públicos y no sé si incluyen los costes de impresión.
A nuestros estudios árabes también le toca el tema, pues se incluyen, entre las 43.000 entradas, biografías de personalidades de al-Andalus. No sé quiénes y con qué criterios. A mí me propusieron colaborar con la redacción de unas pocas biografías de autores andalusíes, pero les hice una serie de preguntas, ante los particulares criterios que establecían y otras cuestiones que no indicaban y que era preciso conocerlas (sistema de transcripción o de vulgarización unificado, qué hacer con las fechas, imposibilidad de ordenar las obras cronológicamente en la mayoría de los casos, como pretendían, etc.), sin que me contestaran. Entendí que el resultado podría ser un bodrio y no quise colaborar finalmente.
Creo que resultará interesante hacer un análisis de las biografías de andalusíes que se han incluido y las que se han dejado de incluir. En ese sentido, será revelador compararlo con otros proyectos relacionados que estamos realizando en nuestra área, como el HATA (Historia de los Autores y Transmisores Andalusíes), que dirige Maribel Fierro; el Diccionario Biográfico de al-Andalus, que lleva María Luisa Ávila; el de manuscritos andalusíes de María Jesús Viguera; y el de la ECA (Enciclopedia de la Cultura Andalusí), del que ya pronto va a ser una realidad la "Biblioteca de al-Andalus", con unos 2.500 autores andalusíes, pues estoy tratando de que le afecte poco todo el acoso laboral que estoy sufriendo en la Universidad de Almería (en breve os detallaré la denuncia que voy a presentar al fiscal sobre el tema).
No debemos de olvidar que, en muchos territorios, fueron nada menos que ocho siglos los de al-Andalus, por lo que nuestros estudios son parte considerable, o deberían serlo, de ese gran "Diccionario Biográfico Español". Sería conveniente fomentar análisis contrastivos del tratamiento que se le ha dado.
Como sólo nos ocupamos de una parte, cronológicamente y espacialmente hablando, no hemos recibido la cantidad astronómica que le ha dado el erario público a la RAH. En el caso del proyecto de Maribel Fierro creo que va por millón y pico de euros; en los casos de María Jesús Viguera y María Luisa Ávila no sé aún los datos, ni serán definitivos, pues no están cerrados; y en el de la "Biblioteca de al-Andalus" no llegará a los 75.000 euros, que tuvimos que reclamar de múltiples formas, llegando incluso a los contenciosos administrativos, que supusieron importantes gastos que cargué a mi bolsillo particular. La mayor parte del proyecto que coordino (en este caso sí me he leído todas las entradas, las he revisado personalmente y, aunque el responsable de cada entrada sea su autor, yo no dejó de responsabilizarme de la parte que me toca, sin que haya censurado, pero tampoco aceptado cualquier cosa), lo estamos sufragando con distintas donaciones (la mayoría mías, pues he ejercido también el mecenazgo) y la venta de las obras de la fundación, para la que trabajo en mis ratos libres, sin cobrar un céntimo.
A ver si alguien se anima a realizar estudios y análisis contrastivos. Seguro que van a ser muy suculentos. Curiosamente, la "Biblioteca de al-Andalus" y el "Diccionario Biográfico Español" coinciden en la tirada inicial: 1.000 ejemplares. Lógicamente, no en el precio: 3.500 este último y, cuando estén los 7+1 volúmenes, 640 euros para instituciones y 360 para particulares, en el caso de la Biblioteca de al-Andalus. Y entrar en los criterios de repartos de entradas, exigencias científicas, revisiones, etc. creo que será muy revelador.