25/10/11

Notificación de la sanción

El rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, me ha notificado que me impone la sanción de "suspensión firme de funciones de 4 años y 3 meses, lo que lleva aparejado que el funcionario (osea yo) queda privado del ejercicio de sus funciones y de todos los derechos inherentes a su condición", por lo que he de dejar de utilizar a partir del 1 de noviembre de 2011 cuantos bienes muebles e inmuebles -ubicados en la Universidad- viniera usando por mi condición de Profesor Universitario durante ese tiempo.
Es decisión de Pedro Molina, Rector de la UAL, a quien he denunciado por prevaricación, fraude, tráfico de influencias y acoso laboral. Entendiendo yo que su decisión no es sino fruto de una represalia y acoso laboral.
Según Pedro Molina, que, a mi entender ha actuado de juez y parte, soy culpable de grave perturbación del servicio, de grave desconsideración con los superiores (con él en concreto) y soy culpable de atentar gravemente contra la dignidad de los funcionarios (otra vez él) o de la administración (la Universidad de Almería).
Pedro Molina, como rector, puede impedirme que deje de dar clases y deje de investigar en el seno de la Universidad de Almería, hasta que un juez se lo impida. Pero no podrá pararme en otros ámbitos en los que seguiré trabajando.
Pedro Molina puede quitarme temporalmente el despacho, pero no los pasillos, en los que podréis encontrarme o junto a su despacho, protestando al tiempo que trabajando en mis proyectos de investigación.
A mí me parece una injusticia y por eso voy a luchar para que se me restituya en mis funciones.
Por la larga experiencia que ya tengo (hace 15 años me pusieron una sanción leve -ésta la han catalogado como grave- también por un supuesto trato irrespetuoso con un superior. Pedro Molina entonces era vicerrector en lugar de rector --lleva más de 20 años agarrado al poder--), éste no va a anularla sanción de ningún modo (sería reconocer que ha resuelto injustamente y a
sabiendas, osea, que ha prevaricado). En la otra ocasión, aunque la sanciónera solo una mancha temporal en mi expediente, que desaparecía en unos meses y no suponía nada más, considerándola yo más bien un mérito, se movilizaron algunos sindicatos y también un colectivo de ciudadanos, de forma que el rectorado acabó por inventarse "la inejecución con efectos retroactivos", de forma que la sanción no se llegaba a ejecutar y la medida tenía efectos retroactivos de modo que había que entender como que no se había llegado a imponer. Yo mantuve el contencioso y finalmente, tras varios años, me dieron la razón los jueces que se ocuparon del tema y anularon la sanción, si bien, dado que iba sólo por el contencioso administrativo, no tuvo ninguna consecuencia para el Rector, salvo una declaración de los jueces de que había cometido abuso de poder, entre otras cosas.
Caben, por tanto, muchas actuaciones. Yo particularmente voy a ejercitar lasque se me vayan ocurriendo y estén a mi alcance y, lógicamente, agradeceré todas las que partan de otras personas o colectivos.
El Fiscal, Antonio Pérez Gallegos, sigue sin querer saber nada, al igual que el Presidente del Consejo Social de la UAL, Joaquín Moya-Angeler, que también lo es de las de toda España. Asimismo, el Ministro de Educación Ángel Gabilondo, como Presidente del Consejo de Universidades, en el que está Pedro Molina. La Inspección de Trabajo siguesin contestar y el Juzgado de Instrucción sigue sin poner fecha al acto de conciliación que pedí (mi abogada está más que extrañaba y dice que no es nada normal). A todas esas instancias les voy a seguir denunciando los hechos, hasta que se pronuncien y, si no lo hacen, dejaré constancia de ello, difundiéndolo. He pedido que se pronuncie el Consejo de Departamento y estoy a la espera de qué hace la Junta de Personal Docente e Investigador.
Me parece sangrante que sea el mismo Pedro Molina, al que he denunciado públicamente, el que me sancione, actuando de juez y parte, precisamente por darle difusión a mis denuncias contra sus actuaciones. Entiendo que no es sino una represalia ante mis denuncias y un intento de acallar cualquier crítica que se le quiera hacer. Me parece indigno que, en lugar de denunciarme él ante un juez o la fiscalía, para que una autoridad independiente y no él investigue todos los hechos y pida responsabilidades a mí o a quien proceda, se tome él mismo, como Rector, la justicia por su mano. Pero no me extraña pues esto no hace sino confirmarme que Pedro Molina actúa de forma corrupta. Desde mi punto de vista, si existe corrupción, a cualquier nivel, es porque los ciudadanos lo permitimos y con nuestro silencio o con nuestra resignación, no hacemos sino darle carta de naturaleza. Y más las instancias competentes, como la fiscalía y otras en este caso, que tienen como cometido actuar contra la corrupción. Para mí, que no se haga nada ante ello es más grave que el hecho mismo de que Pedro Molina actúe de forma corrupta. Es por eso por lo que lo que realmente me habría minado es el no haber hecho lo que estoy haciendo, procurando eso sí no poner todas mis fuerzas en una única cosa (aprendí a diversificar y a ser realista y práctico, sin perder el tener ideales) y sabiendo que mi batería interna se sigue recargando constantemente con las diversas actividades que realizo, tanto académicas como personales. En lo que algunos han calificado de travesía del desierto, seguramente encontraré muchos oasis (algunos ya sé donde están), pero otros serán inesperados para mí y, sin duda, harán que esto merezca la pena, de cualquiera de las formas.
No espero nada, pero no será la nada en lo que yo quiera quedarme, por lo que sigo adelante con todas mis actividades, actuando responsablemente y pidiendo responsabilidades a los responsables.

Respuesta a Dña. María Luisa Trinidad, Secretaria General de la UAL

Comunicado en respuesta al realizado por Dña. María Luisa Trinidad, Secretaria General de la Universidad de Almería:

Le agradezco, Sra. Trinidad, la sensibilidad y la profesionalidad, como profesora de derecho, que demuestra en el comunicado que hizo público el pasado 30 de septiembre.

Según Usted, debo denunciar el acoso laboral que considero que vengo sufriendo al acosador o a una persona que trabaje para él. Es como si la persona maltratada hubiera de denunciar el maltrato al maltratador. Excelente consejo, que lamento no haber seguido, pues lo he denunciado al Fiscal Jefe, D. Antonio Pérez Gallegos, a la Junta de PDI de la Universidad y a la Inspección de Trabajo, aparte de públicamente para intentar mitigar sus efectos. Seguramente me he equivocado y esas instancias no son las adecuadas y no investigarán nada. Sin duda, el Rector o alguna autoridad nombrada por él sí habrían llegado al fondo y hubieran aclarado si me están acosando o no.

El procedimiento que se ha seguido en el expediente sancionador que se me abrió ha sido “sumamente garantista de los derechos de la persona afectada”, como Usted dice. No cabe la menor duda. El Rector, D. Pedro Molina, al que denuncié, es quien pidió que abriera diligencias previas a su inspector, D. Antonio Sánchez Cañadas, a quien había denunciado yo diversas veces por tapar denuncias de irregularidades producidas en la Universidad. Éste le dijo a aquél, para el que trabaja, que se me debía abrir un expediente sancionador, entre otras cosas, por trato irrespetuoso con un superior, que es él, el Rector, y por atentado grave contra la Administración, a la que él representa, y aquel le pidió a éste y a su Director del Secretariado de Deportes, D. Raúl Pérez Guerra, que instruyeran el expediente. La recusación que presenté contra los instructores la desestimó el Rector, D. Pedro Molina, y la que formulé contra él no la aprobó el Consejo de Gobierno en el que él tiene mayoría. Las solicitudes de prueba que le he solicitado al instructor las ha desestimado, pues, según él no aportan nada, dado que ya está todo claro. Sin duda, es sumamente garantista. La sanción la tenía garantizada yo. Sólo había que determinar el tiempo de sanción: cuatro años y tres meses de suspensión de mis funciones.

He tenido acceso al acta que Usted levantó del Consejo de Gobierno que trató la recusación que había presentado yo contra el Rector, D. Pedro Molina, si bien no he podido leer quiénes eran los asistentes ni que hubiera una votación y cuál fue el resultado de la misma, por no consignar Usted esos extremos. Me temo que entre los asistentes se encontraban D. José Luis Martínez Vidal, a quien había denunciado por participar en lo que considero un concierto delictivo para que una determinada persona consiguiera una cátedra, Usted misma, a quien denuncié por los mismos hechos, y otras personas nombradas por el propio D. Pedro Molina, que votarían en contra de la recusación. No tengo nada personal contra él, sí contra algunas de sus actuaciones como Rector, que he denunciado públicamente. Y entiendo que el expediente sancionador que me ha abierto él mismo y que llevará a que él mismo me sancione ante la propuesta de sanción de la persona que ha nombrado también él mismo, no es sino una represalia por las denuncias que formulé contra él, lo que desde mi punto de vista no es sino una prueba más del acoso laboral que sufro.

Dígame, por favor, Sra. Trinidad, si miente o no D. Pedro Molina cuando en la contestación a la suspensión cautelar al juez D. Jesús Rivera Fernández, le dice que “la Universidad de Almería ha convocado la plaza de Catedrático de Árabe por existir necesidades docentes, siendo imprescindible el cubrir tal puesto de Profesor antes del comienzo del Curso próximo, a fin de evitar daños a los universitarios que accederán a las aulas en el mes de septiembre de 2011”. Para mí, es mentira lo que dice, pues incluso, cuando lo dice, la cátedra la había obtenido la persona para la que se había pensado: una profesora que ya tenía su plaza en la Universidad de Almería. Pero quizá el problema es que diga yo que el Rector, D. Pedro Molina, está mintiendo, pues ello, al parecer, no es sino un trato irrespetuoso con un superior y un atentado grave contra la institución que representa, independientemente de que sea verdad o mentira. Lo siento, pero lo digo: El Rector, D. Pedro Molina miente, una vez más, y lo digo porque no quiero que se me indigesten las mentiras del actual Sr. Rector, como tampoco las que creo que Usted, por acción o por omisión, también realiza (y se las puedo detallar). Sanciónenme. Seguramente me lo merezco por no querer mentir y decir las cosas como las constato, con nombres y apellidos, para que cada cual nos responsabilicemos de lo que hacemos y nadie trate de utilizar las instituciones o los cargos como parapetos.

Me sancionarán, sin duda, pero trataré de que no consigan acallarme.

Jorge Lirola Delgado (Profesor Titular de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Almería)

Más información en:

http://www.youtube.com/watch?v=AH7wZeGBMg4 (Indignado con la corrupción en la Universidad)

http://www.youtube.com/watch?v=hAz9lbj3Rg0 (La actuación del fiscal ante la corrupción universitaria)

http://www.youtube.com/user/alandalus222#p/a/u/0/xcfsMjEmE5o

Posición de la JPDI en el caso del expediente abierto a Jorge Lirola:

Reproduzco el comunicado de la Junta de PDI (Personal Docente e Investigador) de la Universidad de Almería:

La junta de PDI, en reunión plenaria constituida en sesión extraordinaria el día 20 de septiembre de 2011, en relación con la solicitud de amparo a esta Junta presentada por el profesor Jorge Lirola así como con el expediente abierto por la Inspección de Servicios de la Universidad de Almería a este profesor, y teniendo como objetivo que se garanticen los derechos del trabajador en todas las circunstancias

HA ACORDADO EXPRESARSE ANTE EL SR. RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE ALMERÍA EN LOS SIGUIENTES TÉRMINOS:

PRIMERO.- El profesor Jorge Lirola ha solicitado amparo a la junta de PDI por un posible caso de acoso laboral por parte del Inspector de Servicios y del Rector de esta Universidad. Entendemos que, sin entrar a valorar los hechos, un posible caso de acoso laboral es un hecho lo suficientemente grave como para activar los protocolos de identificación y de actuación en este tipo de situaciones. Es por lo que

SOLICITAMOS

Que se active el protocolo para la detección de situaciones de acoso laboral y que en todo caso actúe la Vicegerencia de Coordinación y Seguimiento de los Servicios, responsable de dicho protocolo.

SEGUNDO.- Esta junta no entra a valorar la corrección o el ajuste a derecho de la apertura de expediente al profesor Lirola por los hechos y manifestaciones que se le imputan. No obstante, con el objetivo de preservar las máximas garantías para el trabajador, entendemos que no es conveniente que aquellas personas que sean parte directamente afectada en los hechos se encuentren a su vez en el proceso de instrucción del expediente y de sanción. Es por lo que

SOLICITAMOS

La paralización del expediente sancionador del profesor Jorge Lirola hasta que se tengan informes de juristas y de expertos en derecho administrativo que ofrezcan puntos de vista independientes donde se pronuncien sobre si procede llevar a cabo el procedimiento de expediente sancionador en este caso y, en el caso de que proceda, en cómo hacerlo.

TERCERO.- Aun en el caso de que se haya actuado conforme a lo que solicitamos en el punto anterior, esta junta estima desproporcionada la petición de sanción realizada como conclusión a dicho expediente (que hemos conocido a través de la documentación aportada por el profesor Lirola y de sus manifestaciones públicas). Entendemos que la sanción propuesta no está en consonancia con la supuesta gravedad de los hechos o el perjuicio que haya podido ocasionar tanto a la Universidad de Almería como al normal desempeño de la actividad universitaria, habida cuenta de las sanciones impuestas a otros compañeros, en casos anteriores, en los que el perjuicio a la universidad o la actividad universitaria era claramente mayor. Es por lo que

SOLICITAMOS

La suspensión de la sanción prevista o, en su defecto, que se le aplique la sanción mínima establecida en la legislación.

Además de garantizar los derechos del trabajador, la intención de la Junta de PDI es preservar las buenas prácticas y la imagen de la institución universitaria a la que pertenecemos, la del Rector, y la de toda la comunidad universitaria.

Almería 22 de septiembre de 2011.