26/10/12

La decisión de un juez al que considero y denuncio como injusto y le exijo que imparta Justicia


Antonio Luis García Valverde, Juez Sustituto del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 3, sentencia que no tengo legitimación para interponer el contencioso relativo a la convocatoria de la cátedra de árabe, como era previsible tras ver cómo se comportó durante el juicio, en el que parecía que ya había prejuzgado y ponía obstáculos para que se pudieran demostrar puntos importantes como el que la configuración del tribunal se realizase utilizando el criterio de nombrar personas que tenían animadversión hacia mí, una persona que, en el momento de establecerse el tribunal, podía ser que obtuviera la acreditación y participase en el concurso.

            No ha querido entrar en el fondo, pues seguramente le supondría encontrar irregularidades muy gordas, incluidas las que él cometió durante el juicio, y prefiere, como vulgarmente se dice, quitarse el muerto de encima, declarando la inadmisión del recurso, aunque el muerto sigue ahí y apestará cada vez más. Y falla su sentencia y aquí nunca mejor dicho, pues entiendo yo que realmente se equivoca, y lo hace en los dos puntos fundamentales que trata su supuesta motivación. Quizá sea por deformación profesional (soy profesor e investigador y de esos que se leen los textos para motivar sus conclusiones o las calificaciones que tienen que dar) por lo que he leído con atención su sentencia y observo dos cosas muy importantes que me llevan a la conclusión de que se ha equivocado, con o sin intencionalidad (eso es lo que me falta por saber, si es una posible prevaricación o negligencia), y su sentencia carece de la motivación correcta:

            Primero, copia la respuesta equivocada de unos compañeros. Reproduce, en más de tres folios y medio, dos sentencias que se refieren a otro trabajo totalmente diferente, técnico administrativo, en lugar de profesor catedrático, y que el único punto en común con el que tiene por objeto este recurso es que ambos se desarrollan en el mismo lugar: la Universidad de Almería. Directamente concluye que “del resultado del recurso no se derivará ningún beneficio, ni ningún perjuicio”, sin más análisis ni motivación nada más que la que dan sus compañeros para un caso radicalmente diferente, pero del que a él le interesa la conclusión: la inadmisión. Para nada contesta a lo que mi abogado argumentó de que yo, como miembro del área y del Departamento, tengo un interés legítimo de que mis compañeros, con los que he de interactuar organizando y coordinando la docencia, sean los más capacitados e idóneos, de acuerdo con las previsiones legales, pues lo contrario  1) me conlleva el perjuicio de que el equipo de profesores donde estoy integrado no esté formado por los mejores (lo cual repercute negativamente en mi trabajo cotidiano) y 2) desprestigia mi centro de trabajo debido a que allí se elige a la gente a dedo en lugar de conforme a la ley, lo cual me causa un perjuicio de cara a la opinión pública, pues se me asocia con ese área donde se realizan prácticas irregulares. Mi interés legitimo en exigir que se cumpla la legalidad vigente y verme amparado en dicha pretensión es obvio, pues, por no respetar la normativa, se me causan los perjuicios antes mencionados. Nada se refiere el juez a todo ello.

            Segundo, cuando alude a mi “propia sentencia”, que en realidad se refiere a dos casos, ahora sí, muy parecidos al mío, le lleva a concluir que carezco de legitimación activa, queriendo decir que le da la razón a él en lo que ya había concluido, y no es así, sino que se la quita. Es un flagrante y notorio error por su parte. Lo explico, pues parece que el juez no ha entendido bien, como en el juicio, o quizá sea que no quiere comprender, lo cual sería más grave aún. Según esa sentencia nº 385 de 1998 del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Cayetano Aranda Torres, por un lado, y María Elisa Prieto Barrero y Amalia Miras Baldo, por otro, profesores universitarios de los correspondientes departamentos, Filosofía y Filología Inglesa, que no se presentaron siquiera a la plaza, pues no podían, estaban perfectamente legitimados para acudir a la vía jurisdiccional en relación con todas las incidencias que pudieran producirse en los procesos selectivos de sus departamentos. ¿No lo voy a estar yo, que pertenezco a la misma área de conocimiento de la plaza convocada y que no he podido presentarme por lo que considero una injusticia que se sustancia en un recurso en la Audiencia Nacional?

            Los dos hechos a los que he aludido hacen que la resolución del Sr. García Valverde de no admitir el recurso por falta de legitimación del recurrente sea incongruente y absurda y, al estar basada en claros errores, le exijo al juez que rectifique él mismo la sentencia por flagrantes y notorios errores, lo cual puede hacerse a instancia de parte, como hago, o de oficio.

            Por otro lado, en un momento dice el juez que yo alego inexistentes incumplimientos del procedimiento establecido. Juzga él y sentencia, sin dar absolutamente ninguna motivación,  que son “inexistentes” los incumplimentos. Estimo que es gravísimo lo que hace: fallar sin motivación alguna.

            En un caso anterior, la suspensión cautelar de la sanción que me impuso Pedro Molina de 4 años y 3 meses, el mismo juez, Antonio Luis García Valverde, actuó de forma injusta, como han demostrado otros jueces del TSJA, negándose en todo momento a comprobar que había basado su auto denegatorio en falso testimonio y teniendo que aguantar él que le dijera yo bien fuerte que ejerce de juez de forma injusta. ¿Dónde están la dignidad y la vergüenza? Yo la siento ajena.

            Mi conclusión es bien clara: El Sr. Antonio Luis García Valverde, por lo que a mí me consta, actúa de forma injusta y con reiteración. Es muy grave lo que digo y él mismo, en caso de entender que estuviera yo mintiendo, debía emprender acciones judiciales contra mí. Es una cuestión de dignidad y de vergüenza. Yo, desde luego, las voy a emprender contra su injusticia y lo hago desde este momento, dando publicidad primero a que el Sr. Antonio Luis García Valverde, por lo que he comprobado, se niega a impartir Justicia, por lo que considero que no se gana dignamente el sueldo que se le paga del erario público, que debe ser bastante elevado. Si la persona a la que nombraron catedrática de forma ilegal, según he constatado yo, cobra, por detentar tal rango, unos 69.000 euros anuales y pretende dar clases este curso a una única persona durante 4 meses a razón de 4 horas semanales, según la ordenación que quieren aprobar, y es posible que, como años anteriores en los que hubo reclamaciones de alumnos que decían que la profesora no les daba las clases que correspondían, ¿cuánto gana el Sr. García Valverde por copiar sentencias de otro y, además, de forma equivocada, y querer quitarse el muerto de encima? Crisis, ¿qué crisis? Esto es una estafa.

25/10/12

Declaraciones de mi abogado y mías y testimonio de María Jesús Viguera



En el enlace adjunto podéis ver las declaraciones, en caliente, tras el juicio, de mi abogado y las mías propias. José Mateos, uno de los varios abogados que tengo, una persona joven y muy competente, con una preparación y capacidad increíbles, ha sufrido en sus propias carnes el despotismo del rector de Murcia, José Antonio Cobacho, quien lo sancionó con expulsión temporal de la Facultad de Derecho, siendo becario, debido a las críticas que realizó a la política del propio Cobacho y del Consejo de Estudiantes, denunciando que, en vez de luchar por la institución, se sometiesen a los dictados del presidente de la Comunidad Autónoma. Ha padecido un acoso bestial, con gran entereza, madurez y dignidad. En esta foto tenéis a los dos rectores sancionadores (los dos del centro), durante un curso de verano en el que el de Almería invitó al de Murcia. Se les vio bastante juntos por aquí; era mientras se tramitaba mi expediente sancionador. Creo que la sanción se la merecen realmente ellos dos a sus actuaciones, que no dudo en calificar de corruptas:

Aunque en el vídeo me refiero a que el juez no se enteraba, en realidad debía haber dicho que parecía no querer enterarse, lo que es más grave todavía:




En relación con el testimonio de María Jesús Viguera, hay que destacar la indefensión en la que nos dejó el juez al no permitir que le hiciéramos preguntas sobre la enemistad manifiesta hacia mí, como criterio para formar el tribunal, que era una de las cosas que sosteníamos y era muy fácil de probar. Aunque le insistía a mi abogado que le hiciera las preguntas y que el juez fuera rechazándolas, él temía que éste lo acusara de desacato y simplemente protestó para que constara, como había protestado ya antes y yo mismo.


Según el testimonio de María Jesús Vigura, que fue muy breve, apenas conocía a Luisa Arvide y decía que no había hablado con ella previamente a la plaza, aunque conocía sus trabajos y que le parecían muy buenos. Yo creo que esto es un falso testimonio y seguramente podré probarlo. Por lo pronto, Viguera ocultó información al juez cuando le preguntó inicialmente qué relación había tenido con la Universidad de Almería. No le contó que fue nombrada en la convocatoria de la primera cátedra de Almería en 1995. Fue nombrada secretaria suplente, pero como dimitió el titular, Amador Díaz García, fue nombrada titular. Debía de contar si renunció a estar en el tribunal y por qué razón. Y también si aquel tribunal llegó a constituirse y por qué.


Entre las preguntas que no permitió el juez que le hiciera mi abogado, tamb¡én están éstas:


- Diga ser cierto que, tras la elección de Jorge Lirola como Presidente de la SEEA, se dio de baja de la misma, después de haber pertenecido a la misma desde hace más de 15 años.


- Diga ser cierto que en los años 2000-2002 fue asesora y colaboradora de la obra "Diccionario de Autores y Obras Andalusíes", dirigida por Jorge Lirola.


- Diga ser cierto que emitió un informe negativo (inicialmente como informe confidencial hasta la actuación judicial) sobre el proyecto de investigación "Biblioteca de al-Andalus", dirigido por Jorge Lirola, en dos ocasiones diferentes y que, por esa razón, se vio implicada en dos contenciosos administrativos que Jorge Lirola interpuso ante la Audiencia Nacional contra las decisiones de no concederle el proyecto de investigación.


- Diga ser cierto que en ese informe decía textualmente sobre la obra de la que había sido asesora, sin que como tal pusiera ningún problema para su publicación: "que tenía muchas lagunas y errores".


- Diga ser cierto que Jorge Lirola le informó, a través de diversos procedimientos, sobre lo que él entendía que era una convocatoria no ajustada a derecho en relación con la cátedra de Almería.


- Diga ser cierto que Jorge Lirola le informó, a través de diversos procedimientos, sobre algunas de las reclamaciones presentadas contra Luisa Arvide.


Y seguro que hurgando en cada una de estos temas y las respuestas que fuera dando iban saliendo muchas cosas, con grandes irregularidades, por calificarlas de forma suave.

24/10/12

Una de cal y otra de arena (segundo día incorporado)


Ayer empecé bien el día, notificando a todos los que pude que ya estoy aquí trabajando, conseguí actualizar la ip del ordenador y conectarme a internet, pues se había desconfigurado, y me dieron acceso al correo electrónico y al campus virtual. Me ha dado una alegría de niño con zapatos nuevos esperar un ratanco viendo cómo se iban descargando los 5.539 mensajes y ver que me llegaban mensajes de las listas de la universidad, que ya podré empezar a utilizar. A esta lista lo mando ya desde el correo del dominio ual.es. El último correo era que el día anterior habían aprobado en el Consejo de Gobierno la reforma de los departamentos y, transitoriamente, que seguramente será permanente, al director y al secretario los nombra el rector a dedo.
Unos me saludan efusivamente y se les nota que lo hacen de corazón y otros ponen mala cara cuando me cruzo con ellos, no manteniéndome la mirada. Entre el profesorado abundan más estos que aquellos y entre el personal de servicios y los alumnos más aquellos que estos.
Me acordé de la última reunión, hace un año, en la que se repartieron la docencia que tenía (literatura andalusí y árabe 1 y 3 de humanidades). Aunque aún no estaba en vigor la sanción, no me convocaron y fui porque me enteré de chiripa. Asistían solo la directora del Departamento, Isabel Giménez Caro, y los profesores de árabe Javier Aguirre y Luisa Arvide. Bárbara Herrero no estaba, como hace habitualmente. Luisa Arvide estaba muy contenta por mi sanción y los otros parecían más con cara de circunstancia, pero no sé si porque les molestaba que estuviera allí o porque sentían que me hubieran sancionado. Me dolió en mi interior el acto de repartirse mi docencia, como si tal cosa, y se lo hice saber, sin que desde el Departamento exigieran a Pedro Molina el cumplimiento de la legalidad. Han tenido que ser unos jueces los que lo hagan. 
Ayer tocaba lo contrario, había reunión de departamento para reorganizar la docencia en árabe. Era el único punto del orden del día. Me ha sorprendido que haya acudido mucha gente, muchos que no suelen ir a reuniones incluso importantes. Estaba hasta el decano, Manuel López Muñoz, del que había pedido la dimisión, aunque lo cesa Pedro Molina en breve, y que me ha vetado en facebook porque a su comentario sobre la brutal represión policial del 25-S, le pregunté que qué le parecía como decano la que había realizado conmigo el Rector. Tampoco les sentó bien a la Directora del Departamento y al Secretario que pidiera su dimisión, antes de que me suspendieran la sanción, por no darme amparo, aunque les dí la idea de dimitir antes de que también los cese Pedro Molina. Están en funciones y es posible que éste sea su último consejo. Los más molestos parecían ser Juan Luis López Cruces, Catedrático de Griego y director del Departamento cuando se convocó la cátedra, que prestó falso testimonio durante el juicio de la cátedra, aparte de quedar en evidencia que cometió falsedad en documento público en el expediente de mi sanción, así como Bárbara Herrero, que no acudió como testigo y a la que había implicado el ex-director en su informe al inspector de servicios, realizado para imponerme la sanción.
Como antesdeayer me dijeron de todo Bárbara Herrero y Luisa Arvide y yo les noté muy mala fe y mucho nerviosismo, fui a secretaría para disponer de toda la información de la ordenación docente. Matriculados hay:
unos 50 en Literatura andalusí,
unos 20 en Mundo Árabe Contemporáneo,
unos 10 en Árabe 1 de Hispánicas,
otros 10 en Árabe 1 de Humanidades,
unos 4 en Árabe 2 de Hispánicas,
otros tantos en Árabe 2 de Humanidades,
ninguno en Árabe 3, tanto de Hispánicas como de Humanidades
y 1 en Árabe 4 de Hispánicas y ninguno en Árabe 4 de Humanidades.
En algún caso puede oscilar algún número, pero es claro que en tres cursos no hay alumnos y no se está impartiendo docencia. Y en otro, con un alumno, que es de erasmus, la experiencia me dice que es posible que no se imparta por algún motivo. Mis reducciones este curso, por proyecto de investigación y otros temas, son de 65 horas o 6,5 de los antiguos créditos, aparte de que me incorporo ya empezado el curso, no por capricho, sino por una sanción que me ha impedido ejercer mis funciones durante un mes aproximadamente de este curso y 10 del anterior y eso hay que tenerlo en cuenta.
No sé las reducciones de los demás ni las han dicho en la reunión, pero sé que suelen ser menores. Por ello, tenemos potencial de dar más cursos, pero no se han ofrecido este año y quizás ya no se pueda. En alguna ocasión anterior impartí la asignatura de libre configuración específica "Almería andalusí" y tuvo bastante éxito entre los alumnos de turismo y otras especialidades muy diversas.
En la reunión han entrado a saco, dispuestos a votar la propuesta que traía Bárbara Herrero y que había consensuado sólo con Javier Aguirre y que era:
Bárbara Herrero: Literatura andalusí, un crédito de máster y árabe 3 de Hispánicas y Humanidades (15 créditos que, en realidad, son solo 4, pues dos asignaturas no se imparten).
Luisa Arvide: Árabe 4 de Hispánicas y de Humanidades (12 créditos, que en realidad son 6 y quizás 0, pues en una no hay alumnos y en otra 1, que es posible que al final no esté).
Jorge Lirola: Mundo árabe contemporáneo y Árabe 2 (no sé si de Humanidades o de Hispánicas): 12 créditos.
Javier Aguirre: Árabe 1 de Hispánicas y de Humanidades y Árabe 2 (la que no dé yo): 18 créditos. Se presta a dar más docencia y con peores horarios, sin que haya explicitado las razones.
Les he dicho que, por lo menos, podían haber dicho para empezar unas palabras de que volvemos a tener otro miembro más en el Departamento y hacer alguna alusión a mi reincorporación después de 11 meses de estar suspendido de empleo y sueldo, a lo que Javier Aguirre, Catedrático de Árabe, ha respondido que yo les tenía que estar agradecido por darme las clases el curso pasado. Él sabe bien que no había sido por mi voluntad el que no hubiera podido desarrollar mi vocación docente e investigadora, sin que el Departamento se hubiera opuesto como tal a la sanción ni hubiera amparado los derechos de uno de sus miembros, aunque lo pedí expresamente varias veces, antes y después de ser efectiva la sanción. Y le dije que si yo hubiera sido ellos, me hubiera negado, para forzar al Rector a que no expulsara injustamente a un compañero. En una ocasión en que unos alumnos no cabían en la clase de Literatura andalusí y otras asignaturas y quisieron protestar, les dije que si les parecía trasladábamos el aula al Rectorado. Allí nos fuimos a dar clase. Las autoridades inmediatamente se tomaron mayor interés y les arreglaron pronto el problema.
A mí me gustan todas las asignaturas y, de hecho, he dado esas o las equivalentes y otras que ya han desaparecido. Me gusta pasar por todas las materias que impartimos, para poder exigir con más conocimiento la coordinación de la docencia que no se realiza.
Pero no me ha gustado el sistema. Han decidido imponer la ordenación docente por democracia, sin utilizar ningún criterio académico ni científico, con el resultado de un reparto muy desigual. Decidamos por democracia que es el sol el que da vueltas a la tierra y no al revés. Así funciona mi departamento y seguramente muchos más de las brillantes universidades españolas.
Por cierto, el aún ilustrísimo decano de mi facultad, anterior secretario del departamento y no se sabe qué en el futuro, Manuel López Muñoz, ha hecho constar al final que tenemos que congratularnos porque ha prevalecido un órgano colegiado sobre el parecer de una persona y ha pedido que consten en acta las horas de inicio y final para que se vea que hemos debatido la cuestión. Le he recordado y también pedido que conste en acta que los tribunales franquistas también eran órganos colegiados y acababan fusilando a personas por el mero hecho de ser críticos.
Y el siguiente paso será que el Rector, Pedro Molina, tendrá ahora que pronunciarse sobre esta particular forma de reorganizar la docencia. Así, pues se amplía el culebrón.

Reproduzco mi voto particular:


Sra. Directora (en funciones) del Departamento de Filología
Dña. María Isabel Giménez Caro


Almería, 23 de octubre de 2012


Estimada Isabel:

            Por la presente hago constar mi voto particular en la votación efectuada ayer en la reunión del Consejo de Departamento en el único punto del orden del día, “aprobación, si procede, de la nueva ordenación docente del Área de árabe”, en el que me opuse a la aprobación de la propuesta efectuada por Bárbara Herrero, que la hizo a título personal, habiéndola consensuado únicamente con Javier Aguirre y no con la totalidad del área. Ante esta falta de consenso en el área, pedí un pequeño receso para que pudiéramos buscar el consenso y, si no, solicité que se aplicaran criterios de orden académico y científico, sin acudir a lo que se hizo que fue una votación general para imponerme una ordenación que creo injusta, pues no tiene en cuenta las reducciones horarias, el hecho de que haya estado sancionado hasta el 19 de octubre, las asignaturas que no tienen alumnos matriculados y que, por tanto, no se impartirán y otros criterios razonables para un reparto equitativo de la carga docente, que por lo que he comprobado, si fuera posible, se podría ampliar a otras asignaturas de libre configuración específica, pues tenemos potencial para impartir más docencia.

            Resulta inaceptable que se imponga el criterio de la votación para aprobar una ordenación docente en la que la profesora de menor rango impartirá de forma efectiva 4 créditos y el de mayor rango 18 créditos, pudiendo darse el caso de que la persona que ocupa la catedrática convocada, según entiendo yo de forma ilegal, imparta sólo 6 créditos a un único alumno o incluso ningún crédito, cuando el Rector D. Pedro Molina, en lo que entiendo que fue un falso testimonio, le afirmó al juez que “la Universidad de Almería ha convocado la plaza de Catedrático de Árabe por existir necesidades docentes, siendo imprescindible el cubrir tal puesto de Profesor antes del comienzo del Curso próximo, a fin de evitar daños a los universitarios que accederán a las aulas”.

            En la insólita situación, en la que todos los presentes, de áreas muy diferentes, menos yo (creo que el secretario dudo un instante si abstenerse, pero al ver que todos menos yo iban levantado la mano cuando se dio la orden de votar la propuesta que interesaba y no había más que hablar ni tratar sobre el sistema), votaron a favor de una propuesta personal, sin criterios académicos ni científicos, considero que influyó la animadversión manifiesta que la mayoría de los presentes sentía hacia mí, lo cual no debe ser tampoco criterio para decidir la ordenación docente. Entre ellos, el decano, Manuel López Muñoz, del que pedí la dimisión por no darme amparo mientras estaba sancionado y que me ha vetado en facebook porque a su comentario sobre la brutal represión policial del 25-S, le pregunté que qué le parecía como decano la que había realizado conmigo el Rector; tú como directora así como el secretario, por haber pedido igualmente vuestra dimisión al creer que no hicisteis todo lo que estaba en vuestra mano para darme amparo; Juan Luis López Cruces, Catedrático de Griego y director del Departamento cuando se convocó la cátedra, que prestó falso testimonio durante el juicio de la cátedra, aparte de quedar en evidencia que cometió falsedad en documento público en el expediente de mi sanción, y sus compañeros de área; Bárbara Herrero, que no acudió como testigo al juicio de la semana pasada y a la que había implicado el ex-director en su informe al inspector de servicios, realizado para imponerme la sanción; Luisa Arvide, que entiendo que ocupa una cátedra convocada ilegalmente; y Javier Aguirre, seguramente molesto por tener que testificar en el juicio de la cátedra y que afirmó en la reunión que debía de haber mostrado yo mi agradecimiento porque me hubieran dado las clases hasta ahora mostrando realmente cuál es su sensibilidad hacia la sanción que me ha impedido a mí ejercer mi vocación y desarrollarme profesionalmente.

            No creo que los utilizados sean criterios válidos para establecer la ordenación docente, por lo que solicito también que se revoque la misma y se proceda a establecerla de nuevo aplicando criterios académicos y científicos.

            Atentamente,




            Jorge Lirola Delgado
            Profesor Titular del Área del Estudios Árabes e Islámicos.


22/10/12

Testimonio de Alfonso Carmona y más de mis intenciones


Alfonso Carmona reconoció en el juicio de la cátedra de árabe que lo llamó Luisa. No tenía más remedio pues había testigos que podían posibilitar acusarlo de falso testimonio. A diferencia de lo que me había dicho a mí en Teruel, que era que dijo que de suplente, ante el juez dijo que le manifestó que prefería que no lo nombraran y se llevó la sorpresa de que lo pusieron. Y renunció por problemas de salud. Dio algunos detalles. Lo curioso del caso es que el que oficialmente lo propuso fue el Rector, Pedro Molina.
El juez ya no permitió preguntarle sobre que salió de la sala y anunció que se borraba de la SEEA nada más salir yo elegido presidente de la SEEA ni otros detalles que estaban contemplados para demostrar que el tribunal lo nombraron utilizando como criterio la animadversión hacia mí por si finalmente me presentaba, para que no saliera yo, sino Luisa. Seguramente, Luisa los animó con que ella iba a votar en contra de mi candidatura en la SEEA, pues nunca había intervenido en las votaciones de la SEEA y en aquella había delegado el voto en José Pérez Lázaro. Por aquí habría mucho que hablar, pero lo dejo ahí.
Ocultó información Alfonso Carmona al juez cuando al principio le preguntó por su relación con la Universidad de Almería y tampoco permitió el juez que le preguntara: "Diga ser cierto que estuvo Usted en un Tribunal que se montó en Almería, junto con Antonio Morales y Victoria Aguilar, para resolver una reclamación de unas alumnas contra Luisa Arvide hace años. ¿Qué pasó y qué hicieron?". He dado algunos detalles de aquello en alguna ocasión. Ahora solo interesa que lo invitó el que parece que era su amigo, Pepe Guerrero. Creo que, como otros, entonces, militaban en el PCE, al menos este último, la mano derecha de Pedro Molina, el rector, quienes depués acabaron arrimándose al PSOE para escalar.
Alfonso Carmona ni quiso saludarme, a diferencia de María Jesús Viguera, que nos dimos un par de besos. El que yo actúe con contundencia no quita el cariño ni el que confunda la parte con el todo. No voy contra nadie, sino contra unas determinadas actitudes que mantienen y lo hago para que desaparezcan. La mayoría son de una generación de la que he aprendido mucho, pero también he visto sus miserias y la porquería que esconden, reproduciendo un sistema corrupto, a veces sin ser conscientes de ello, pues es lo que han aprendido y perpetúan. Y establecen un sistema que no fomenta la calidad sino el clientelismo. Y estoy convencido de que hay que romper con eso. Creo que se equivocaron no rompiendo ellos con ello. Gente como Pedro Molina y otros vienen de una generación que luchó contra la dictadura franquista y al final se comportan igual que contra lo que luchaban. Se han emborrachado de poder y, abusando, con su corrupción degenerativa, han conseguido hipotecar el futuro de las próximas generaciones, las de sus hijos y sus nietos, cuando los tienen, algunos sin quererlo, pero haciendo el juego del sistema corrupto. Creo que, por lo que nos toca, en nuestra parcela, podemos exigir que cambien las cosas y aunque parezca una quimera, yo lo veo factible, pero para ello hay que exigir y exigir. A mí me gustaría que se dieran cuenta y reconocieran su error y lo dijeran públicamente, comprometiéndose a no apostar más por ese comportamiento y aconsejándoles a los demás que dejen esas actitudes también. Con eso me bastaría y no iniciaría la línea dura que es la que toca ahora. Soy consciente de que el orgullo no se lo permite, pero ellos verán. Yo, si no lo hacen, voy a tratar de ridiculizar sus actitudes, más aún, utilizando muchas vías a mi alcance, judiciales contundentes y de publicidad, para que la generación que sucedemos no reproduzcamos la basura que arrastran (muchos de esa otra generación también lo hacen), con el objetivo asimismo de tratar de dejar un aire más puro a los que vienen detrás, que lo van a tener muy crudo. No sé si lo conseguiré, pero como tengo confianza en lo que hago, estoy convencido de que cambios sustanciales sí los voy a obtener y si no, al menos, lo intentaré con contundencia. Siento recurrir a lo que voy a emprender a partir de los próximos meses, pero deben de darse cuenta de que no dejan ellos tampoco opciones para abrir puertas a la esperanza de que las cosas realmente cambien.

Más sobre mi legitimidad y mis intenciones en la cátedra de árabe de Almería


Con hipocresía, la parte demandanda pidió la inadmisión del recurso por considerar que no tengo yo legítimo derecho a presentarlo y a exigir que se pueda acceder a la cátedra que ha convocado el Departamento en el que trabajo en igualdad de condiciones y siguiendo el procedimiento legalmente establecido, de modo que el que obtenga la cátedra sea el más capacitado e idóneo, de acuerdo con las previsiones legales, pues lo contrario me conlleva, por un lado, el perjuicio, insisto en ello de nuevo, de que el equipo de profesores donde estoy integrado no esté formado por los mejores (lo cual repercute negativamente en mi trabajo cotidiano) y, por otro, desprestigia mi centro de trabajo debido a que allí se elige a la gente a dedo en lugar de conforme a la ley, lo cual me causa un perjuicio de cara a la opinión pública, pues se me asocia con ese área donde se realizan prácticas irregulares. Y, para apuntarse a la petición de deslegitimidad, el abogado de Luisa Arvide Cambra, Luis Docavo Alberti, utilizó un mensaje mío enviado a la lista de la SEEA el 30 de mayo de 2011, con el asunto de “¿Punto de inflexión?”, y lo hizo de forma manipuladora, extrayendo frases aisladas y descontextualizadas, sin leerlo completo. Lo reproduzco a continuación para conocimiento general, marcando en cursiva lo que ahora sé a través del recurso que se sustancia en la Audiencia Nacional:

Queridas/os colegas:

Acabo de presentarme a la cátedra de árabe convocada en Almería. Ha sido algo simbólico, pues, aunque aún podrían habilitarme hasta el 3 de junio, Pedro Molina, Rector de la UAL, y seguramente otras personas, sabían ya hace tiempo que no me darán la acreditación para esta plaza. La reclamación que presenté el 9 de enero no han empezado a estudiarla hasta el 10 de mayo y la resolverán con posterioridad.

[Ahora sé que la Comisión de Reclamaciones del Consejo de Universidades del Ministerio de Educación, en su reunión del 23 de febrero de 2011, estimó mi reclamación al encontrar “indicios de que la valoración otorgada a la actividad investigadora y la actividad docente o profesional de los reclamantes no parece corresponderse con los méritos acreditados. En aras a garantizar que la efectividad del derecho a acceder a la función pública en condiciones de igualdad no pueda perjudicarse en la fase previa de acreditación,  la Comisión de Reclamaciones entiende necesario revisar dichos aspectos de la evaluación realizada. En particular, se especificará la puntuación otorgada a la investigación acreditada con posterioridad a los sexenios reconocidos”. Y con fecha de 3 de marzo de 2011, el Subdirector General del Profesorado e Innovación Docente, D. Enrique Silvestre Catalán, solicita a la ANECA que “deberá someterse a una nueva evaluación la actividad investigadora y la actividad docente o profesional del candidato, con especificación de la puntuación otorgada a la investigación acreditada con posterioridad a los sexenios reconocidos”. Pero la ANECA se demoró en esa nueva evaluación y, en lugar de pedírsela a dos expertos con los que cuenta (Francisco Franco y Maribel Fierro), o quizá se lo pidió, pero estos no quisieron hacerla por motivos que aún se desconocen, termina pidiéndosela a dos no-expertos en Estudios Árabes e Islámicos, José Luis Vidal Pérez, Catedrático de Filología Latina, y Enrique Bernárdez Sanchís, Catedrático de Filología Inglesa, y con fecha del 19 de mayo la Directora de la ANECA, Zulima Fernández Rodríguez, comunica al Ministerio que “se ha procedido a reexaminar la documentación presentada por el interesado en relación con los aspectos cuya revisión se prevé en el acuerdo de la Comisión de Reclamaciones” y que la valoración asciende a un punto adicional (de 77 paso a 78 y necesitaba 80), ocultando que no han sido expertos los que la han realizado. Además, el hecho de que a la actividad desarrollada entre 2006 y 2011 (5 años), abundante y yo creo que de mucha más calidad que la anterior, se le otorgue únicamente un punto adicional supone que no hay ninguna proporcionalidad con el resto (15 puntos por cada sexenio). Y el Ministerio trató el tema en  la siguiente reunión del Consejo de Universidades, celebrada el 21 de junio de 2011, cuando ya se había cerrado el plazo para presentarse a la cátedra. Por cierto, el Presidente de la Comisión de la ANECA era Alfredo Morales, compañero catedrático de Francisco Franco en la Universidad de Alicante, de Geografía].

Al menos, podré demostrar fehacientemente que soy parte interesada y que me ocasionan un claro perjuicio en las actuaciones judiciales que he emprendido y que emprenderé hasta llevarlas a sus últimas consecuencias.

Le he pedido a un buen compañero, que estaba en disposición de presentarse, que lo hiciera, con el objetivo de evitar, de forma segura, que el acto de consumación se llegara a celebrar con nocturnidad y alevosía. No ha querido, pues piensa que no lo harán como pienso yo, sino que se anunciará públicamente con tiempo y podremos asistir, e incluso grabarlo, para dejarlo para la posteridad. Cualquier cosa que se haga desde esa cátedra, los responsables serán quienes la otorguen y yo así se lo recordaré a todos. El tiempo nos dirá quien tenía razón y qué sucederá.

[Se equivocó el compañero gaditano, pues el acto de constitución del tribunal, formado por Francisco Franco (Presidente) y María Jesús Viguera y Josep Puig (Vocales), lo celebraron, sin dar publicidad al mismo, el 21 de julio de 2011 a las 9,59 y anunciaron, seguramente con un papel puesto en alguna puerta, que el comienzo de las pruebas tendría lugar ese mismo día a las 11,30].

De todas formas, como me animan no sólo móviles personales sino también otros más altruistas, me gustaría que esta cátedra sea un punto de inflexión en el deterioro progresivo y la corrupción que, desde hace tiempo, se va instalando en la cúpula del arabismo, desde mi punto de vista. Y como soy un currante nato que trabajo para hacer realidad los deseos que siento, pues trabajaré para que sea así, para que esto lleve consigo un análisis profundo de cómo está el arabismo y desencadene numerosos cambios, forzados por acciones judiciales y por otras de otro tipo, para que la situación mejore en beneficio de todos, desenmascarando a los trapicheantes, que por acción o por simple dejadez, están favoreciendo el deterioro. Me lo curraré, intentando que sea con inteligencia y también con contundencia.

[El deterioro no es solo del arabismo, sino que también afecta a las autoridades de la Universidad de Almería y, por lo que hasta ahora he comprobado, al juez D. Antonio Luis García Valverde, grave acusación que sostengo y sostendré públicamente, intentando sacarle la vergüenza, si la tiene].

Un abrazo a todos.
Jorge Lirola (a título personal). [La aclaración se debe a que una persona me presionó para que dejara de enviar mensajes a la lista con estas denuncias, pues era el Presidente de la SEEA y no debía hacerlo, y yo quería marcar que eso no debía ser una rémora para que pudiera seguir siendo Jorge Lirola persona y compaginar esas dos tareas y otras muchas].

Me hubiera gustado también enviar este mensaje al juez, para su conocimiento y los efectos que crea oportunos, pero no tengo su correo electrónico. Lo pediré en el juzgado a ver si me lo dan y les informaré de que lo menciono con palabras muy fuertes, que puedo probar donde haga falta.