23/1/17

Anulación de la sanción e indemnización (I)

Como sabréis quienes seguís el tema, la sentencia que anulaba la sanción que me impuso Pedro Molina de 4 años y 3 meses, adquirió firmeza y procedía la ejecución de la sentencia, aparte de la indemnización por daños y perjuicios. Mi intención era llegar a un acuerdo con el actual rectorado, que había mostrado una sensibilidad diferente al anterior, para zanjar la ejecución de sentencia y el contencioso pendiente de daños y perjuicios.

Por eso, aunque a destiempo, acepté los términos que me propusieron inicialmente. Entre otros muchos motivos, por aquello de que "tengas pleitos y los ganes" pues el que siempre gana es el abogado, quien, además, garantizándose un mínimo, quiere obtener porcentaje de los beneficios. Una de mis conclusiones tras los múltiples pleitos que he tenido, en los que siempre que he podido me he representado a mí mismo es que, si no hay Justicia, en gran medida es porque a los abogados no les interesa que la haya, pues se les acababa el negocio que tienen y por eso consienten sentencias peregrinas y abusos de autoridad, pero no voy a extenderme en esto ahora. También porque, ante heridas abiertas, siempre es mejor sanarlas de buen grado que por imposición, judicial en este caso.

Curiosamente, lo que antes proponía el equipo rectoral, ahora retuercen con que no saben cómo hacerlo y aunque dejé que pasara el tiempo, sin que avanzaran en un tema que hasta yo, con conocimientos generales, aunque prácticos, y siempre asesorado por diferentes abogados que no se conocen entre sí, sé cómo hacerlo, necesariamente he de presentar, asistido por abogado, la correspondiente demanda y enfrentarme a la Universidad a la que pertenezco para que se me reparen los daños y perjuicios causados.

Me duele y mucho que las actuales autoridades no quieran llegar al acuerdo que inicialmente propusieron y una de las razones es que al final a todos, incluido a mí, que formo parte de la Universidad y que como ciudadano mantengo y defiendo lo público, estoy seguro de que nos va a costar más los daños y perjuicios vía judicial que lo que hubiera sido por un simple acuerdo. Y lo podremos comprobar porque iré haciendo público todo el proceso y, en especial, el resultado final.

Creo que todo puede ser fruto del inmovilismo y el miedo a perder lo conseguido que suele afectar a quien llega al poder, sobre todo para mantenerlo, pero deberían ser consciente de que lo que se estanca, generalmente, se corrompe.